Crónica de la Marcha Ciclista Movistar (Bilbao 2011).

Desde la Bilbao-Bilbao no había vuelto a participar en una marcha ciclista, es por eso que, cuando me invitaron a la Marcha que organizaba Movistar en Bilbao, no dudé en decir que si y formalizar la inscripción.

He de reconocer que la organización , en un primer momento, dejó un poco que desear, en ningún sitio ponía si era una marcha para bicicletas de carretera o MTB, y, el recorrido (y el perfil) no se ajustó al mapa de ruta que se facilitaba en la web, incluso en algún punto del reglamento «para deportistas ocasionales con nula o minima preparación»; cosa que, dejó a más de uno de una pieza.

La hoja de ruta, y el mapa, nos decía que saldríamos de Bilbao por Olabeaga hasta Zorroza, desde allí hasta Alonsótegi,para despues subir al arraiz y bajar por Kobetas al alto de Kastrejana; despues por Zorrozgoiti, otra vez hasta Zorroza y vuelta por Olabeaga hasta Bilbao… según os vaya relatando vereis la diferencia con la ruta real.

La entrega de camisetas, los dorsales nos los habían dado la semana anterior, era hasta las 10.30, me levanté un poco tarde y tuve que ir un poco rápido, por el camino, en El Arenal, me encontré con Peio,un conocido del barrio, con la camiseta y el dorsal, como tenía prisa le avisé de que iba a coger la camiseta y despues no veríamos en la salida.

Tardé más en encontrar la entrada de la entrega de dorsales que en recoger la camiseta, de hecho no había colas, debo decir que las tallas de las camisetas no estaban muy bien talladas, había pedido una L y me estaba enorme, cambie con otra persona por una M y, aún estando un poco grande, me la quedé.

Poco antes de la salida llegó Peio y, hasta que salímos, estuvimos bajo la sombra de un arbol charlando. La salida fue puntual, a las 11.30, neutralizados por la policía municipal, que nos fue abriendo camino, y cortando el trafico a lo largo del recorrido. Al llegar a Zorroza nos llevamos la primera sorpresa, debíamos ir hasta Alonsotegi, pero no, nada más cruzar las vias del tren, cruce a la izquierda y para arriba hacía Zorrozgoiti, oí varios gritos de sorpresa al ver el giro, pero, todos comenzamos a bajar plato, a subir piñones y para arriba.

Había quedado con Peio que al llegar la cuesta, que yo la esperaba más tarde, cada cual cogiera su ritmo, que no teníamos que ir ni el uno frenado ni el otro acelerado, así que, poco a poco cogí un ritmo, quizá demasiado fuerte, y tiré hacía arriba dejandole detrás.

Estabamos subiendo por donde se suponía que debíamos bajar, pero, ¿que le ibamos a hacer?, estabamos allí y había que sufrir. Subí de un tiron hasta la perrera de la Policía Municipal, quizá demasiado rápido y con un calor que te axfisiaba. No había consuelo ni tan siquiera en el bidón de agua, no había traido el térmico y tenía el agua que parecía caldo.

Un tanto agobiado por el calor, nada más pasar la cuesta de los perros, ví una sombra de varios arboles, y varias personas allí sentadas y decidí hacer una parada para intentar quitarme las malas sensaciones. Al poco llego Peio, caminando con la bici en mano, como muchos, y, se sentó un rato mientras tomaba algó de agua que le había ofrecido.

La verdad es que, con el calor que hacía, no hubiera estado de más que a lo largo del recorrido la organización hubiera dispuesto algún tipo de avituallamiento líquido y fresco. Incluso le preguntamos a un Quad de la DYA por agua fria y nos dijeron que no tenían. Seguimos hacía arriba, ya por senderos con grijo y baches, en ese momento me alegré de haber optado por la MTB ya que, los que iban en bici de carretera lo comenzaron a pasar mal por los baches, las piedritas y el estado del camino.

Esa parada me vino bien, a pesar del calor, bastante agobiante, cogí mi ritmo de molinillo y, poco a poco, fuí subiendo todas y cada una de las cuestas que quedaban. En la parte de arriba, en el parque que había, debo mencionar a una familia que estaban repartiendo, entre los participantes, botellines de agua freca de una de las fuentes, aunque yo no cogí ninguno, debo de agradecerles el detalle en un día así.

Una vez coronado el ultimo rescollo, bajabamos por un camino de piedras sueltas y bastante pendiente entre avisos de precaución hasta el avituallamiento. Allí nos ofrecieron agua, acuarius, zumo ACE, fruta, barritas, pastelitos…, vamos, un avituallamiento en toda regla si las bebidas hubieran estado frias, o por lo menos algo frescas.

Me bebí un zumo, un botellin de agua y un acuarius; se notaba que tenía sed. La bajada debía ser escalonada y controlada porla policia municipal, de hecho, a los que estabamos en el primer grupo no nos dejaron bajar hasta la una menos cuarto y nos tocó esperar a que los municipales se nos pusieran en marcha.

Reanudamos, puntuales, la marcha, nada más comenzar a bajar, en el primer llano, me había quedado algo frio y note como la moto con la cabeza del grupo me habían sacado unos doscientos metros. Como me hacía ilusión llegar a la meta en el grupo de cabeza me esforcé un poquito, y, en la bajada, justo antes de llegar a Zorroza conseguí meterme en el grupito que va justo detras de la moto.

Para una vez que voy en un grupo de cabeza… a disfrutarlo, a rueda de un grupo de chavales con bicicleta de carretera que, todo hay que decirlo, hubieran ido más rápido si les hubieran permitido adelantar a la moto de la Policia Municipal. Me llevaron como un avión hasta la rotonda del Sagrado Corazón donde, para sorpresa nuestra, antes de llegar al cruce, el municipal se para, nos manda parar y se baja de la moto para pedir instrucciones.

Reanudamos en muy poco tiempo, la moto salió disparada y vi como el grupo de chavales comenzaba, ya bajando el puente de Euskalduna a acelerar con el fin de hacer un sprint final… yo tambien aceleré, me hacía ilusión amagar con sprintar (y digo amagar porque no tenía nada que hacer), pero, Ibamos tan ciegos detras de la moto que, en vez de girar hacía la meta al final de la rotonda casi nos pasamos de largo siguiendole.

Alguien se dió cuenta y despues todos comenzamos a frenar en seco, girar con cuidado y hacer otro sprint, esta vez más corto pero, como partiamos desde cero, más intenso. Ese fue el unico momento del día en el que eche de menos la bicicleta de carretera.

Despues de tomar aire, oí que me llamaban por la espalda, era Peio, había conseguido acabar la marcha y estaba, al igual que yo, en la cola del avituallamiento de meta. Ya allí, me puse debajo de una sombrilla y sentado me bebí tres botellines de agua (tambien calientes) y me comí dos rodajas de naranja mientras charlaba con alguno de los participantes.

La verdad es que el balance general de la marcha ha sido bastante bueno, no ha habido grandes masificaciones ni montoneras (con el riesgo que eso supone) al estilo de la Bilbao-Bilbao, los desvios estaban perfectamente señalizados, había gente de la organización en todos los cruces peligrosos, aunque, para la próxima, convendría avisar del recorrido real y de su dureza, y, si se pronosticara tanto calor no estaría de más poder ofrecer bebidas, de manera más escalonada a lo largo de la subida, y, a poder ser, que esten frescas.

Si alguno de vosotros quiere conocer o hacer la ruta, en unos días os dejaré en Track, ya que, ese día llevaba el movil con GPS y la he podido tracear al completo.

Y si alguno, tambien, sabe donde han colgado más fotos que nos lo haga saber porque en el facebook del Movistar Team no he visto nada…por ahora.

Fotos de El Correo.

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Un comentario sobre “Crónica de la Marcha Ciclista Movistar (Bilbao 2011).”

  1. Tienes razón, la marcha tenía cierta dureza pero la organización mando correos electrónicos con el track y una explicación de por donde se iba a pasar que se ciñó exactamente a lo que hicimos.
    También aconsejaban usar bicicleta de mountain bike. Si no diste tu correo electrónico no lo pudiste recibir.

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