LLevaba tiempo pensando en cambiarme a los pedales automáticos y dejar de ser uno de esos irreductibles fans de los calapies y las cuñas, y por fin he ido comenzando de manera progresiva, la transisición entre los pedales.
El cambio en si tenía sus particularidades, los dos pares de zapatillas que tengo para pedalear son unas Rockrider y unas Spiuk y las he utilizado de manera indistinta tanto para hacer MTB como para hacer carretera, por lo que, el tipo de pedal que quería poner era el mismo en las dos bicicletas. Es por eso que el tipo de pedal, y de calas por el que me he decantado es el SDP, el que se utiliza para el MTB.
En primer lugar he cambiado los pedales de la bicicleta de carretera, el otro día me presenté con ella en Maestre Bikes (Bilbao) y les comenté lo que quería poner y el porque, enseguida, el dependiente me sacó dos modelos diferentes, unos Shimano A520 con una plataforma al estilo de los pedales de carretera de toda la vida, y unos Shimano M520 SPD, el típico pedal de MTB automático de toda la vida, qeu además venía con un juego de calas para las zapatillas. Al final me decanté por el segundo porque, el hecho de que tuviese mecanismo de sujección por los dos lados (el A520 solo sujetaba por uno) me inspiraba más confianza.
Por lo que había leido en los foros, es muy frecuente, cuando se hace este tipo de cambio, caerse en las primeras paradas, espcialmente si vas por ciudad; por lo que les pedí que me los aflojasen a mínimo para poder sacar el pie ante cualquier eventualidad, ya que tenía que atravesar todo Bilbao para volver a casa.
Nada más salir de la tienda me puse a hacer experimentos: lo encajo, lo suelo, lo vuelvo a encajar, lo vuelvo a soltar… la verdad, me pareció más dificil encajarlo las primeras veces que lo que hasta ahora había oido acerca de sacar el pie.
No me fui derecho para casa, había que probarlo, y me di un paseo por Abandoibarra, Zorrozaurre… y, la verdad, en ningún momento tuve problemas para sacar el pie, lo que si me ha costado algo más era colocar el pie, fue imposible colocarlo a la primera, aunque, ya al final del paseo, poco a poco iba acertando más con la posición del pedal.
No noté especialmente, como dicen algunos, que diera más fuerza en las pedaladas, aunque puede ser que en las pocas cuestas que encontré notase algo de mejoría, no obstante este último apartado debo probarlo en algun puertecillo de importancia. Lo que si noté es que como que los cuadriceps iban más forzados, pero no se si achacarlo a la postura o a la sujección, pero seguiré probando.
El siguiente paso es cambiar los pedles de la MTB, pero primero tendré que acostumbrarme…